Muchas personas se quejan de sentirse atraídas o atraer recurrentemente a personas no disponibles emocionalmente. Y se preguntan cuál es la razón que les impide vivir un vínculo verdaderamente comprometido e implicado.
En esos casos, tenemos dos opciones. Una es poner aquello afuera: en la mala suerte, en el destino o en la idea -no tan errada- de que cada vez existen menos personas sin pareja que estén dispuestas a involucrarse.
Otra opción es hacernos la pregunta clave:
¿Estoy yo realmente disponible para un otro?
Pero no quedarnos ahí, sino ir más allá:
Es probable que nos sorprendan nuestras respuestas. Porque la disponibilidad de un otro nos desafía a abrirnos, a tomar lo que nos ofrece y a entregar en igual medida. Y con ello, nos invita a entrar a un lugar dentro de nosotros/as mismos/as que a veces, nos resulta demasiado amenazante.
Cuando estamos realmente disponibles para amar, no sólo no aceptaremos a alguien que no esté dispuesto/a a encontrarnos en ese mismo lugar, sino que no encontraremos nada de atractivo en su actuar!!
Y tú… ¿estás realmente disponible para la disponibilidad de un otro?
50% Completado
¿Quieres recibir mi Newsletter con artículos y noticias acerca de las actividades que continuamente estoy desarrollando?