MJCC, 41 años

Fui paciente de Sole en una etapa de mi vida en la que sanar se sentía imposible, aplastante y agotador. Y gracias a su trabajo, calidad humana, paciencia y sabiduría, el pesar se convertía en avances y logros. Mi mayor admiración está en su lucidez para adaptar el enfoque terapéutico a las necesidades específicas del paciente, sin imponer terapias rutinarias, haciendo siempre más. Por ejemplo, al detectar síntomas que requerían atención especializada de la red médica, lograba derivaciones para sanar de manera integral. Fueron sesiones arduas, exigentes, acogedoras, efectivas y amorosas, en las que jamás me dejó de abrazar. Gracias a ella volví a confiar en mí y en los demás.

Sus palabras las atesoro, al igual que los ejercicios corporales y la forma de respirar que me ayudan día a día.

Siento un profundo cariño y gratitud hacia Soledad, es excelente persona y profesional.

PAOLA Y RODRIGO

Junto a mi esposo, pasábamos una crisis de pareja que yo no quería reconocer Mi esposo ya había sugerido hacer terapia juntos, situación que yo no aceptaba porque no creía en ellas y eso fue lo que dejé claro en la primera cita con Soledad. Ella nos ayudó tremendamente a reconectarnos, a reconocernos y a querernos desde nuestras fragilidades individuales y desde allí, a amarnos libremente el uno al otro. Al finalizar la terapia, sólo agradecer esta nueva reconexión, reencuentro y  pololeo eterno. Cada día agradecemos este estado de pareja que estamos viviendo, como familia, como pareja y como amigos de la vida.

MÓNICA, 41 años

Siempre tuve desconfianza de los psicólogos, porque mi cabeza cuadrada no veía la ciencia en conversar y contarle mis problemas a un desconocido. Una amiga me recomendó a Soledad y fui porque mis inseguridades no podían tenerme peor así que, ¿qué podía perder? Nada. 

En las conversaciones que hemos tenido por años ha sido todo ganancias. Honestamente, dudo que con otro terapeuta hubiera conseguido lo mismo: Soledad me hizo sentir siempre su genuina preocupación por mis problemas y me ayudó a entender y confiar en la psicología como algo sólido (apoyada en el EMDR). Lo veo en los resultados. Ella me ayudó a no mirar y cuestionar CADA cosa que yo hacía y ahora me acepto más y me PREocupo menos. Le estoy profundamente agradecida.

BELÉN, 24 años

Sanar la herida del apego no es un trabajo fácil. Gracias a Soledad me embarque en el mejor viaje que se puede realizar para crecer: el viaje hacia mí misma. Con un enfoque que me permitió conectar con mis necesidades y hacerme más consciente de mis sensaciones y emociones, comencé un trabajo en el cual pude sanar a la niña interior para hoy poder vincularme con quienes amo de una forma más sana y nutritiva. Este viaje si bien pudo ser algunas veces doloroso, se hizo más llevadero con alguien que pudiera dar la confianza de seguir adelante, que me escuchó sin juicios y que logró empatizar con mis historias más tristes.  A casi pasos de terminar mi terapia me siento más fuerte, pero no más dura. Al contrario, puedo mirar a mi niña interior y a mi yo actual con ternura, paciencia y amor.

Estoy y estaré siempre agradecida de Sole y su estilo terapéutico.

VALERIA, 53 años

Llegué donde Soledad porque mi sexualidad estaba desbordada; descubrí con ella que violaciones reiteradas de un hermano desde mis 6 a 13 años, con el silencio cómplice de mi familia y el mío propio, me habían hecho relacionarme a través del sexo como herramienta conocida para que me quisieran y aceptaran. Primero fue sacar las culpas y re-conocerme como mujer más allá del trauma. O sea, yo era maravillosa, apasionada, tierna y alocada por mí misma, no a raíz de las violaciones. Segundo fue procesar cada episodio traumático hasta borrar el dolor y dejar la enseñanza. Y cuántas veces quise detener los recuerdos, cuántas veces dudé de si seria capaz. Y LO LOGRÉ! con perseverancia, con su acompañamiento y calidez.

El camino no fue fácil, mi niña interior tuvo que crecer y reconstruirme.  Hoy gozo de mi sexualidad como la mujer que soy y no como una niña de 6 que quiere que la quieran. 

TATIANA, 31 años

Llegué a Soledad luego de cuadros muy intensos de ansiedad y crisis de pánico, sentía mucha tristeza por todo lo vivido. Su labor como terapeuta me ayudó a entender mi cuerpo y  mi mente. Descubrimos juntas características hermosas de mi personalidad que jamás hubiera podido descubrir sin ella. 

Su profesionalismo y conocimiento me han ayudado a comprender mis emociones y capacidades de mejor manera. Estoy eternamente agradecida por su labor y dedicación, su dulzura conmigo me han devuelto la paz que tanto busqué. Infinitamente Gracias Sole 

CLAUDIA, 46 años

Llegué a consultar con mi querida Sole por recomendación de una amiga. Yo estaba recién separada hace unos meses después de transitar por un largo matrimonio. Me sentía vulnerable y había tomado algunas decisiones erradas que me tenían muy mal emocionalmente.

Desde el primer momento me sentí absolutamente acogida, comprendida y conectada; Sole tiene una gran calidad humana y una empatía impresionante. Siempre me mantuvo al tanto de en qué consistía mi tratamiento, sus objetivos y desarrollo.  Rápidamente fui notando cambios y sentí como el proceso terapéutico me llevaba a tener consciencia de lo que me estaba pasando y a mirar todo lo sucedido con otra perspectiva. Sin duda era el lugar en el que tenía que estar en ese momento, atendidas mis necesidades.

Sole es una gran profesional. Agradezco infinitamente su compromiso, sabiduría, entrega y dedicación hacia mí y todos sus pacientes.

KATHERINE, 44 años

Descubrí a Soledad en las redes sociales, sus publicaciones tocaban profundamente mi corazón en aquel momento. La crisis llegó a ser total en mi vida, estaba derrumbada y sin fuerzas para seguir adelante, y decidí buscar su ayuda. Desde el primer momento Soledad me inspiró confianza y mucha paz, pude sentir su empatía y compromiso hacia mi historia particular, marcada por el abuso y baja autoestima. Primero que nada, me ayudó a empoderarme, a través del autodescubrimiento, ejercicios adecuados para trabajar la rabia como una reacción saludable frente al abuso, junto a una acertada derivación psiquiátrica, que han logrado sacarme de una profunda depresión.  A través de su terapia, con técnicas como EMDR y Mindfulness, y su cálida conversación, me ha ayudado a ser consciente de muchas cosas y muchas situaciones en distintos periodos de mi vida, y como las creencias que yo elaboré de esas situaciones, han construido la persona que soy ahora. Si bien algunas de estas cosas ya las sabía, la terapia me ha ayudado a procesarlas y verlas desde otra perspectiva, más sanadora, a ser consciente de los patrones que he repetido una y otra vez, y soltar aquello que me hace daño. Y así seguimos avanzando. Soledad es una persona y profesional excelente, con un gran don en lo que hace, ha sido una bendición para mí.

GLORIA, 57 años

Con Sole tuve una de las mejores experiencias de autoconocimiento y de superación de traumas que ni yo sabía el nivel en que me habían afectado. Fue una terapia de no más allá de un año, de rápidos resultados, supo ser empática y cercana de una gran calidad humana, esas cualidades te hace avanzar con confianza. Su metodología me hizo mucho sentido (EMDR) logré desensibilizar esos traumas que me habían marcado tanto. Lo que más le agradezco es su respeto a mis tiempos, me llevó siempre a razonar según mis ritmos. Abrió en mí nuevas formas de ver las situaciones y darles el justo sentido, reforzó mis habilidades y aptitudes. Y una vez que terminó la terapia, me dio las recomendaciones para seguir trabajando en el conocimiento de mis emociones. Agradecida de haberla conocido y la recomiendo 100%

KATHY, 32 años

Fui abusada por un tío cuándo era pequeña y también me diagnosticaron TLP. Al crecer me di cuenta de que era diferente y me atormentaban ciertos pensamientos que me impedían salir adelante. Conocí a mi querida Psicóloga Sole cuando me encontraba en un abandono de mi existencia y sentía que nada de lo que hacía tenía sentido para mí. Empezamos a trabajar en conjunto sobre mi situación, igual con miedo ya que había visto psicólogos antes pero encontraba que no me ayudaban mucho. Con Sole fue diferente desde el comienzo, una mujer empoderada y muy profesional en lo que hace. Sin vergüenza empecé a relatar mis miedos más aterradores y a desnudarme por completo en cada conversación que teníamos en las sesiones de terapia y de EMDR. Fue muy difícil para mí recordar situaciones tristes de mi pasado pero era necesario para poder sanar a esa niña pequeña que luchaba cada día. Después de varias sesiones empecé a sanarme, fue un camino largo pero con muchos avances hasta aprender a perdonar y recordar situaciones sin dolor. Ahora puedo decir que soy una mujer feliz, mucho más segura de mí misma, una mujer que dejó su pasado atrás y que puede vivir sin rencor, sin tristeza y sin miedo. Siempre agradezco a Dios por haberte conocido querida Sole, fuiste y serás una persona muy importante en mi vida... Gracias por tanta ayuda y preocupación... Un abrazo enorme para ti...

JAVIER, 50 años

Qué suerte compartir mi experiencia con Soledad. Ella en este último año le dio un giro a mi vida, definitivamente la cambió y gracias a su profesional, ameno y amoroso trabajo entendí de qué trata todo esto. Estaba sumido en la desesperación y vivía en mi coraza, escondido de toda realidad. Hoy gracias a su majestuosa labor voy de frente y sin miedos por la vida, teniendo conciencia de todo. Le debo mi buen vivir.